La Tierra Celestial

 

Autor: T. Austin-Sparks

 

Atrás quedó la distinción entre judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, todos sois uno en Cristo Jesús. ( Gálatas 3:28 Phillips)

 

En esta dispensación, Dios no se encuentra con los judíos como judíos y los gentiles como gentiles, y muchos están cometiendo el error de pensar que lo es. Su Palabra al judío es: "Debes dejar tu terreno judío y presentarte ante Dios, no como judío, sino como hombre, y hasta que tomes ese terreno, Dios no tiene nada que decirte; no tendrás ninguna luz". mientras persistes en presentarte ante Dios en tu propio terreno". Lo mismo hay que decir a todos los demás. Tenemos que dejar nuestro propio terreno en todos los sentidos. Como eso se aplica en estas direcciones a nivel nacional, se aplica en todas las demás cosas. ¿Vas a responderle al Señor: Pero yo soy esto o aquello, o algo más; o, Pero yo no soy esto o aquello. No es lo que sois vosotros, sino lo que es el Hijo, lo que cuenta. Ven a Su terreno. El Señor no te encontrará por lo que eres, ya sea bueno o malo; Él os encontrará en la tierra del Hombre Celestial. ¿Respondes de nuevo, "¡Soy tan débil!" El Señor no te va a encontrar en ese terreno; Él te encontrará en la tierra de Su Hijo. Eso es lo que el Espíritu Santo quiere decir con las palabras que pronuncia por medio de Pablo: ..fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús(2 tim. 2:1 ). Dios nos escucha exclamar: "¡Pero soy tan débil, Señor!" pero Él no presta atención a lo que queremos indicar con esa confesión, que es: "¡Desciende a la tierra de mi debilidad y levántame!" Él dice: "Abandonad ese suelo y venid al suelo de Mi Hijo, y allí encontraréis fuerza". "¡Soy tan tonto, Señor!" El Señor dice: "Seguiréis siendo insensatos hasta que lleguéis a la tierra de Mi Hijo, Quien os ha hecho sabiduría".

 

Eso se aplica en todo momento. Tomamos nuestro propio terreno ante el Señor y nos sorprende que el Señor no nos saque de nuestro propio terreno y nos coloque en una mejor posición, pero nunca lo hace. Nos quedaremos allí para siempre, si esa es nuestra actitud. La palabra del Señor para nosotros es: "Abandona tu propio terreno y ven a Mi terreno. He provisto un Hombre Celestial Quien está lleno de todo lo que necesitas; ahora ven a ese terreno". No importa lo que eres, o lo que no eres. Allí todo se ajusta y se arregla.

 

Por T. Austin-Sparks de: The Stewardship of the Mystery, Volumen 1 - Capítulo 12

 

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Versículos de la Biblia: Gálatas 3:28 2 Timoteo 2:1