EL MENSAJE DE HEBREOS
Sábado 1º de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA
SEMANA: Hebreos
1:5–14; Lucas 1:30–33; Salmo 132:1–5; Hebreos 2:14–16; 5:1–4; 1Pedro 2:9; Hebreos 8:8–12.
PARA MEMORIZAR:
“Ahora
bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal
sumo
sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos”
(Heb.
8:1).
Un documento judío escrito unas décadas despues de Hebreos,
alrededor
del
año 100 d.C., contiene una oración: “Todo esto he hablado delante de
ti,
oh Señor, porque dijiste que fue por nosotros que creaste este mundo.
[...]
Y ahora, oh Señor, he aquí estas naciones, que son consideradas como nada,
nos
dominan y nos devoran. Pero nosotros, tu pueblo, a quien has llamado tu
primogénito,
unigénito, celoso de ti y muy amado, hemos sido entregados en sus
manos” (J. H. Charlesworth, ed., The Old Testament Pseudepigrapha [Pseudoepigraficos
del
Antiguo Testamento], t. 1, p. 536).
Los
lectores de Hebreos probablemente sintieron algo similar. Si eran hijos
de
Dios, por qué estaban pasando por tanto sufrimiento?
Por
ende, Pablo escribió Hebreos para fortalecer la fe de los creyentes en
medio
de sus pruebas. Les recordó (a ellos y a nosotros) que las promesas de Dios
se
cumplirán a través de Jesús, quien está sentado a la diestra del Padre y que
pronto
nos llevara a casa. Mientras tanto, Jesús nos transmite las bendiciones
del
Padre. Por ende, debemos aferrarnos a nuestra fe hasta el final.
https://matutinaadventista.com/sabado-01-de-enero-de-2022-matutina-para-adultos-no-mirare-atras/
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