Autor: T. Austin-Sparks
Oro también para que se iluminen
los ojos de tu corazón para que conozcas la esperanza a la que Él te ha
llamado. (Efesios 1:18 NVI)
Es una visión del inmenso
significado de Jesús en el orden eterno y universal. Con los Apóstoles, esa
visión fue posterior a los días de la asociación física. Durante los cuarenta
días posteriores a Su resurrección fue como el amanecer de un nuevo día.
Primero, esas insinuaciones, como cuando la luz incierta simplemente pasa sobre
los cielos. Luego, rayos más firmes y seguros, que conducen al Día de
Pentecostés, cuando el sol apareció en todo su esplendor sobre el horizonte
disipando la última sombra de la incertidumbre. Aquel día le vieron como a un
cielo abierto. El misterio del pasado se disipó. La Biblia estaba abierta como
un libro nuevo. Lo vieron a la luz de la eternidad. Comenzaron a ver que, si
bien Él era el Hijo de Dios glorificado y personal, Él mismo era la
personificación de un gran, vasto orden y sistema celestial y espiritual. Esto
ver fue absolutamente revolucionario. Fue una crisis de la que nació un nuevo
mundo y una nueva creación. Fiel a este principio fundamental, toda esa vasta
revelación, que ha llegado a lo largo de los siglos desde y a través del
apóstol Pablo, surgió de esa crisis descrita por él como "Agradó a Dios
... revelar a su Hijo en mí" (Gal. 1:16). "Lo recibí ... por
revelación de Jesucristo" (vs. 12). Todos los implicados estaban en la
crisis; el contenido completo fue una revelación progresiva y en constante
crecimiento.
Si bien hubo algún testimonio
inicial, los Apóstoles no formularon en conferencia una empresa, una misión,
con todos los arreglos y organización relacionados. La nueva Vida arrancó las
hojas viejas y vistió al nuevo organismo con una nueva vestidura desde adentro.
El poder, la energía y el impulso del Espíritu Santo en su interior produjeron
un Camino y un orden, no pensados, no intencionados por ellos, y siempre para
su propia sorpresa. Lo que estaba sucediendo realmente era que Cristo estaba
tomando forma dentro de ellos, individual y corporativamente, por un nuevo
nacimiento y crecimiento. Los creyentes y las compañías se estaban convirtiendo
en una expresión de Cristo.
Por T. Austin-Sparks de: Según
Cristo - 1
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Versículos de la Biblia: Efesios
1:18 Gálatas 1:16
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