lunes, 24 de octubre de 2022

JOB 3

  • Job maldice el día en que nació


JOB 3




3.1ss La respuesta de Job a esta segunda prueba (aflicción física) estuvo en severo contraste con su actitud después de la primera prueba (1.20-22). Job continuó sin maldecir a Dios, pero maldijo el día de su nacimiento. Sentía que hubiera sido mejor no haber nacido que ser desechado por Dios. Job estaba luchando de manera emocional, física y espiritual. Su miseria era profunda e intensa. Nunca subestime lo vulnerable que somos durante tiempos de sufrimiento y dolor. Debemos asirnos fuerte de nuestra fe aun cuando no tengamos alivio.

3.8 En los días de Job, se contrataba gente para echar maldiciones. Job dice que le habría gustado que los adivinos hubiesen llamado a Leviatán, el monstruo del mar, para que se lo tragara el día que había nacido.

3.11 Job estaba experimentando un dolor físico extremo así como también el dolor de haber perdido a su familia y sus posesiones. No se le puede culpar por desear estar muerto. El dolor de Job colocó su fe en una encrucijada, al desbaratar muchas de las ideas erróneas que tenía acerca de Dios (tales como: lo hará rico, siempre le evitará problemas y dolor, o protege a sus seres queridos). Su desesperación más profunda lleva a Job de regreso a los fundamentos de su fe en Dios. Sólo tenía dos opciones: (1) maldecir a Dios y rendirse, o (2) confiar en Dios, obtener su fortaleza y continuar adelante.

3.23-26 Job había tenido cuidado de no adorar a sus posesiones materiales sino únicamente a Dios. Ahora estaba abrumado por todas estas calamidades que se burlaban de su precaución, y se quejó de las pruebas que habían llegado, a pesar de su vida recta. Todos los principios bajo los cuales había vivido estaban desmoronándose, y Job comenzó a perder su perspectiva. Las pruebas y el sufrimiento, ya sean temporales o duraderos, no destruyen el propósito real de la vida. La vida no se nos da simplemente para una felicidad o una realización personal, sino para servir a Dios y honrarle. El valor y el significado de la vida no se basan en lo que sentimos, sino en la única realidad que nadie nos puede quitar: el amor de Dios hacia nosotros. No suponga que porque Dios lo ama, le evitará sufrimientos. Es más, lo opuesto puede ser cierto. El amor de Dios no puede ser medido o limitado por lo mucho o poco que podamos sufrir. Rom 8:38-39 nos enseña que nada nos puede separar del amor de Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

JOB 21

Job afirma que los malos prosperan JOB 21 JES Job 21:1-34 21.1ss Job refutó la idea de Zofar de que los malos nunca tendrán riquezas y felic...