sábado, 14 de mayo de 2022

ISAIAS 6

  • Visión y llamamiento de Isaías


ISAIAS 6






6.1 El año de la muerte del rey Uzías fue aproximadamente en 740 a.C. Murió de lepra por tratar de realizar los deberes del sumo sacerdote (2Ch 26:20-21). Si bien fue en general un buen rey y su reino fue largo y próspero, muchas de sus súbditos se apartaron de Dios.

6.1ss La visión de Isaías fue su llamado para ser el mensajero de Dios para su pueblo. A Isaías se le encomendó una misión difícil, tenía que decirle a las personas, que se creían bendecidas por Dios, que El las iba a destruir debido a su desobediencia.

6.1ss La sublime visión que Isaías tuvo de Dios en 6.1-4 nos da un sentido de la grandeza, misterio y poder de Dios. El ejemplo de Isaías al reconocer su pecaminosidad delante de Dios nos anima a confesar nuestro pecado. Su descripción del perdón nos recuerda que también Dios nos perdona. Cuando reconocemos cuán grande es Dios, cuán pecadores somos y el alcance de su perdón, recibimos poder para hacer su obra. ¿Cómo se mide su concepto de la grandeza de Dios con el de Isaías?

6.1-3 El trono, los serafines o ángeles que lo servían y el triple santo enfatiza la santidad de Dios. El serafín era un tipo de ángel cuyo nombre se deriva de la palabra "arder", quizás indicando su pureza como ministro de Dios. En un tiempo donde la decadencia moral y espiritual alcanzó su cima, era importante para Isaías ver a Dios en su santidad. Santidad significa ser moralmente perfecto, puro y apartado del pecado. Nosotros también necesitamos descubrir la santidad de Dios. Las frustraciones diarias, las presiones sociales y los defectos reducen nuestra visión de Dios. Necesitamos tener la visión de un Dios alto y sublime, como el que la Biblia menciona, que nos dé el poder para enfrentar los problemas y las preocupaciones. La perfección moral de Dios vista como es debido, nos purificará del pecado, limpiará nuestra mente de problemas y nos permitirá adorarlo y servirle solo a El y servirle.

6.5-8 Viendo al Señor y escuchando la alabanza de los ángeles, Isaías se dio cuenta de que era impuro ante Dios, sin ninguna esperanza para poder alcanzar el nivel de santidad de El. Sin embargo, cuando el carbón encendido tocó sus labios, le dijeron que sus pecados eran pecados. No fue el carbón lo que lo limpió, sino Dios. En respuesta, Isaías se sometió por entero a su servicio. No importaba cuán difícil sería su tarea, dijo: "Heme aquí, envíame a mí". Fue necesario el doloroso proceso de limpieza antes de que Isaías pudiera cumplir la tarea para la que Dios lo llamaba. Antes de aceptar el llamado de Dios para hablar de El a los que nos rodean, debemos estar limpios, como Isaías, confesar nuestros pecados y someternos al control de Dios. Quizás resulte doloroso que Dios nos purifique, pero es necesario a fin de poder representar verdaderamente a Dios, el cual es puro y santo.

 ISAIAS
Arboles y profetas poseen al menos una característica en común importante: ambos se plantan para el futuro. Aun así, a menudo se pasan por alto a los árboles y profetas jóvenes. Isaías es uno de los mejores ejemplos de esto. La gente de su tiempo podía haberse salvado por sus palabras. Sin embargo, no quiso creer. Con el paso de los siglos, sin embargo, las palabras de Isaías se han proyectado sobre toda la historia.
Isaías estuvo activo como profeta durante los reinados de cinco reyes, aunque no se proponía ser profeta. En la época que murió el rey Uzías, lo designaron escriba del palacio real de Jerusalén. Era una profesión respetable, pero Dios tenía otros planes para su siervo. La narración de Isaías acerca del llamado de Dios deja muy pocas dudas acerca de lo que motivó al profeta durante la siguiente mitad del siglo: Su visión de Dios fue inolvidable.
El encuentro con Dios impactó para siempre el carácter de Isaías. Reflejó al Dios que representaba. Los mensajes de Isaías, algunos consoladores y otros de confrontación, son tan distintos que algunos se han preguntado si acaso no pertenecen a diferentes escritores. El testimonio de Isaías es que los mensajes procedían del Unico capaz de ser perfecto en justicia y en misericordia: Dios mismo.
Cuando llamó a Isaías para ser profeta, Dios no lo alentó con predicciones de gran éxito. Le dijo que el pueblo no lo escucharía. Pero tenía que hablar y escribir sus mensajes de todas formas ya que a la larga alguien sí lo oiría. Dios comparó a su pueblo con un árbol que debe talarse para que otro nuevo crezca de las viejas raíces (Isa 6:13).
Nosotros, que somos parte de ese futuro, podemos ver cuántas de esas promesas que Dios nos dio mediante Isaías se han cumplido en Jesucristo. Además, también tenemos la esperanza de saber que Dios está activo en toda la historia, incluyendo la nuestra.
Puntos fuertes y logros :
-- Considerado el profeta más grande del Antiguo Testamento
-- Citado al menos cincuenta veces en el Nuevo Testamento
-- Tuvo mensajes poderosos de juicio y esperanza
-- Llevó a cabo un sólido ministerio a pesar de la poca respuesta positiva de sus oyentes
-- Su ministerio abarcó los gobiernos de cinco reyes de Judá
Lecciones de su vida :
-- La ayuda de Dios es necesaria para enfrentar con eficacia el pecado de la gente, a la vez que se consuela
-- Uno de los resultados de experimentar el perdón es el deseo de anunciarlo a otros
-- Dios es puro y perfectamente santo, justo y amoroso
Datos generales :
-- Dónde: Jerusalén
-- Ocupaciones: Escriba, profeta
-- Familiares: Padre: Amoz. Hijos: Sear-jasub, Maher-salal-hasbaz
-- Contemporáneos: Uzías, Jotam, Acaz, Ezequías, Manasés, Miqueas
Versículo clave :
"Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí" (Isa 6:8).
La historia de Isaías se relata en 2 Reyes 19.2-20.19. Se menciona también en 2Ch 26:22; 2Ch 32:20, 2Ch 32:32; Mat 3:3; Mat 8:17; Mat 12:17-21; Joh 12:38; Rom 10:16, Rom 10:20-21. 


6.8 Mientras más claramente Isaías veía a Dios (6.5), más consciente estaba de su propia impotencia e insuficiencia para hacer cualquier cosa de valor perdurable sin El. No obstante, estaba dispuesto a ser el vocero de Dios. Cuando El llama, ¿dirá también usted: "Heme aquí. Envíame a mí"?

6.9-13 Dios dijo a Isaías que el pueblo oiría, pero no entendería su mensaje porque engrosaron (endurecieron) sus corazones más allá del arrepentimiento. La paciencia de Dios con su rebelión crónica finalmente se agotó y su castigo fue abandonarlos a su rebelión y dureza de corazón. ¿Por qué Dios envió a Isaías si sabía que no le prestarían atención? Si bien la nación sola no se arrepentiría y cosecharían el castigo, algunos sí escucharían. En 6.13 Dios explica su plan para un remanente (simiente santa) de seguidores fieles. Dios es misericordioso aun cuando juzga. Su promesa de preservar a su pueblo nos infunde aliento. Si le somos fieles, podemos tener la certeza de su misericordia.

6.11-13 ¿Cuándo oiría el pueblo? Solo cuando llegaran al final y no tuvieran a quien recurrir más que a Dios. Esto sucedería cuando ejércitos invasores destruyeran la tierra y se llevara a la gente al cautiverio. La décima parte quizás se refiera a los que se quedaron en la tierra después del cautiverio o a los que regresaron de Babilonia para reconstruir la nación. Ambos eran aproximadamente una décima parte de la población total. ¿Cuándo oiremos a Dios? ¿Debemos acaso, al igual que Judá, pasar por calamidades antes de escucharlo? Considere lo que quizás El le esté diciéndole y obedézcalo antes de que se le acabe el tiempo.


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