jueves, 19 de mayo de 2022

2CRONICAS 30

  • Ezequías celebra la pascua


2CRONICAS 30





30.1 La celebración de la Pascua conmemoraba el momento en el que Dios salvó la vida de los primogénitos de Israel en Egipto. Dios había prometido que mandaría una plaga para matar a todos los primogénitos a excepción de aquellos que tuvieran en sus casas la sangre de un cordero muerto pintada en el dintel y los dos postes de las puertas. Los israelitas obedecieron, y cuando el destructor vio la sangre, él "pasó sobre" la casa y no hirió a nadie que estuviera en ella (Exo 12:23). Después de esta plaga, Faraón liberó a los israelitas de la esclavitud. Esta celebración tenía que ser un recordatorio anual de cómo Dios había liberado a su pueblo. Los cuidadosos preparativos, tanto en el templo como para la fiesta, muestran que este no era un avivamiento temporal o impulsivo, sino un cambio, de origen interno, de corazón y de vida.

30.2, 3 La Ley de Dios tenía una provisión que, bajo ciertas circunstancias, la Pascua podía celebrarse un mes después (Num 9:10-11).

30.6-9 Ezequías fue un rey dedicado a Dios y a la vida espiritual de la nación. Envió cartas a lo largo de Judá e Israel exhortando a que todos regresaran a Dios. Les dijo que no fueran testarudos, sino que se rindieran a Dios. Rendirse significa obedecer a Dios en primer lugar, dándole cabida en nuestros cuerpos, mente, voluntad y emociones. El Espíritu Santo puede guiar y renovar cada parte de nosotros. Sólo entonces seremos capaces de templar nuestro egoísmo obstinado.

30.10 El reino del norte, Israel, había sido recientemente conquistado por Asiria, y la mayor parte de la gente había sido llevada a tierras lejanas. Ezequías envió cartas a los pocos que quedaban, y los invitó a ir a la Pascua (30.1), pero respondieron con burla y desdén. Aquellos que sirven a Dios pueden enfrentar burlas cuando tratan de promover una renovación y un crecimiento espiritual. ¿Está preparado para ser ridiculizado debido a su fe? Cuando surja a su paso, no vacile. Manténgase firme en su fe, como lo hizo Ezequías, y Dios lo honrará.

30.11 La mayoría de la gente que fue invitada a la Pascua por los mensajeros de Ezequías despreciaron la invitación, pero algunos la aceptaron. Nuestros esfuerzos para hablar de Dios a otras personas a menudo se enfrenta a reacciones similares. Muchas personas se reirán de la invitación para aceptar a Cristo. Pero esto no debe detenernos en nuestro intento por alcanzar a otros. Si usted sabe y comprende que el rechazo al evangelio es común, puede ayudar a evitar que tenga sentimientos de rechazo personal. Recuerde que el Espíritu Santo condena y convence. Nuestra tarea es invitar a otros a considerar las acciones de Dios, sus demandas y sus promesas.

30.14 Del mismo modo que los sacerdotes consagraron y limpiaron el templo (29.4, 5), la gente limpió la ciudad de ídolos paganos y luego se limpiaron a sí mismos para prepararse para la adoración (30.17-19). Incluso fue muy difícil para el buen rey de Judá deshacerse de los ídolos paganos y de los altares en los lugares altos (2Ki 14:4; 2Ch 20:33). Finalmente, Ezequías, con la ayuda de su pueblo, terminó la tarea.

30.15 El pueblo tenía tanto celo por celebrar la Pascua, y llevar ofrendas al templo que los sacerdotes y levitas estaban avergonzados de no poseer el mismo entusiasmo. El celo de la fe del hombre común motivó a los ministros a actuar. En la actualidad la fe devota de los laicos debe motivar al personal profesional de la iglesia a revivir su entusiasmo por la obra de Dios. Los laicos nunca deben ser impedidos de pertenecer a la administración de la iglesia o a la toma de decisiones. La iglesia necesita sus buenos ejemplos de fe.

30.22 Un propósito importante en el sacrificio de paz era expresar gratitud a Dios por la salud y protección en tiempos de crisis.

30.26 Había pasado más de doscientos años desde la última celebración similar en Jerusalén.


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