- Reinado de Acaz
- (2 R. 16.1–20)
28.3 Imagínese la monstruosa maldad de una religión que ofrece a niños como sacrificios. Dios permitió que la nación fuera conquistada como respuesta a las malvadas prácticas de Acaz. Incluso en la actualidad, esta práctica no ha sido eliminada. El sacrificio de niños a los dioses crueles de la conveniencia, la economía y el capricho, continúa en instalaciones médicas esterilizadas, en números que asombrarían al malvado Acaz. Si debemos permitir que los niños vayan a Cristo (Mat 19:14), primero debemos permitirles que vengan al mundo.
28.22 Las dificultades y las luchas pueden devastar a las personas, o pueden estimular el crecimiento y la madurez. Para el rey Acaz, las grandes pruebas lo llevaron a un colapso espiritual. No necesitamos reaccionar como Acaz. Cuando nos enfrentemos a problemas o a una tragedia, debemos recordar que los tiempos difíciles nos dan la oportunidad de crecer (Jam 1:2-4). Cuando enfrente pruebas, no se aparte de Dios; vuélvase a El. Contemple esos momentos como oportunidad para clamar a Dios por socorro.
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