lunes, 25 de abril de 2022

2CRONICAS 21

  • Reinado de Joram de Judá

(2 R. 8.16–24) 


2CRONICAS 21





21.6 Joram, el nuevo rey de Judá, se casó con Atalía, una de las hijas del rey Acab de Israel. Llegó a ser la madre del siguiente rey de Judá, Ocozías (22.2). La madre de Atalía fue Jezabel, la mujer más malvada que Israel había conocido. El matrimonio de Joram con Atalía fue la caída de Judá, ya que ella llevó consigo la influencia malvada de su madre, ocasionando que la nación de Judá se olvidara de Dios y se volviera a la adoración de Baal (22.3).

21.7 Dios prometió que un descendiente de David siempre estaría sentado en el trono (2Sa 7:8-16). ¿Qué sucedió con esta promesa cuando la nación fue destruida y llevada en cautiverio? La promesa de Dios constaba de dos partes: (1) En el sentido físico, mientras hubiera un trono real en Judá, un descendiente de David se sentaría en él. Pero esta parte de la promesa estaba condicionada a la obediencia de sus reyes. Cuando ellos desobedecieron, Dios ya no se vio obligado a continuar la línea temporal de David. (2) En el sentido espiritual, esta promesa se cumplió en su totalidad con la venida de Jesús el Mesías, un descendiente de David, quien se sentaría en el trono de David por siempre.

21.8-11 El reinado de Joram se vio marcado por el pecado y la crueldad. Se casó con una mujer que adoraba ídolos, mató a sus seis hermanos, permitió y hasta promovió la idolatría. Aun así no fue muerto en batalla o por traición, murió de una enfermedad prolongada y dolorosa (21.18, 19). El castigo por el pecado no es siempre inmediato o dramático. Si ignoramos las leyes de Dios a la larga sufriremos las consecuencias de nuestro pecado.

21.12 Sólo en este versículo Crónicas menciona a Elías, pero se puede encontrar mucho más acerca de este gran profeta en 1 Reyes 17.1-2Ki 2:11. El perfil de Elías se encuentra en 1 Reyes 18.


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