El lugar de la ascendencia

 

Autor: T. Austin-Sparks

 

Yo soy el Señor, no cambio. (Malaquías 3: 6)

 

La autoridad de las tinieblas es algo muy real para nosotros. Tenemos experiencias, y si capitulamos ante ellas, ese sería nuestro fin. Él trata de traer sobre nosotros ese impacto de la autoridad de las tinieblas, y si nos rendimos a ella, capitulamos ante ella, la aceptamos, somos derrotados. Si somos del Señor, Cristo está dentro, y Cristo es supremo y debemos continuar incluso si no tenemos sentimientos, o si tenemos un sentimiento muy malo; cuando parece ser lo último que deberíamos decir, lo decimos porque es un hecho de Dios, y cuando comenzamos a afirmar el hecho de Dios, lo ganamos.

 

Los creyentes saben lo que es para el enemigo tratar de hacerlos aceptar la autoridad de las tinieblas. Apóyese en la verdad de Dios. Dios no cambia con nuestros sentimientos. Dios no se altera con nuestra conciencia. Toda esta vida nuestra está sujeta a variaciones más rápidas que las variaciones del clima, pero Él gobierna, inalterable, inmutable. Él es "el mismo ayer, hoy y siempre". Y si está allí dentro, ha venido para quedarse, y la victoria está en la fe; creyendo eso, pararse en eso, aferrarse a eso; y debemos llevar eso a cabo hasta su resultado final y completo, que Él es el Señor de todo, "Cabeza de todo principado y potestad". Satanás a veces intentará hacernos creer que él está en el lugar de la supremacía, el lugar de la supremacía, pero como no está en el Calvario, estamos ahí.

 

Por T. Austin-Sparks de: La centralidad y supremacía del Señor Jesucristo - Capítulo 4

 

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Versículos de la Biblia: Malaquías 3: 6